viernes, 25 de septiembre de 2015

ESTUDIANTES SIN SUEÑO




ESTUDIANTES SIN SUEÑO

He sido grito lejano,
llanto de océano,
silencio roto.

He sido vientre de madre destrozado
esperando hijos que no llegaron.

He sido tierra fértil condenada,
manchada de sangre,
calcinada,
abonada por cenizas de inocentes.

He sido ira y rabia,
lucha y sinrazón.

He percibido el hedor de la especie humana
y la corrompida corrupción.

He sentido en mi nuca el tiro de gracia
y he llorado de amargura.

He sido lágrima sin consuelo,
madre sin hijo,
estudiante muriendo por un sueño.

Pero respiro...
vivo, pienso, grito y condeno...

Maldita hipocresía de quien mira hacia otro lado,
de quien no escucha el llanto de su pueblo,
de quien calla por vergüenza o por miedo,
consiente, admite, promueve y calla...

Siempre calla
porque la sombra da más cobijo que la luz,
porque el silencio le llena los bolsillos,
porque los tiros no suenan en su oído,
porque sus hijos... pobre ignorante,
esos, sus hijos, también son cautivos,
prisioneros del sistema que ampara en su silencio.


Carmen Cano.




jueves, 24 de septiembre de 2015

MENTIRAS




MENTIRAS

Llegas desordenando mi orden
(sí, caótico pero mío)
arrasas con todo a tu paso,
te apoderas de cada rincón de mi pensamiento
y tejes a tu antojo redes de delirios.

Dibujas alas en mi espalda
y atas cadenas a mis pies,
tomas prestados besos que llevan su nombre
y los clavas como pósters sobre aquella pared
desvencijada del fondo de la sala.

Apilas en las estanterías historias a medias de escribir,
esparces folios en blanco en el suelo (a modo de alfombra)
sobre la que me amarás por primera y última vez
o quizás será el altar para tu próximo sacrificio.

Me expondrás desnuda mostrando mis defectos,
pintando un marco negro para decorar mi llanto,
maquillaje diluyéndose entre lágrimas asesinas de sueños.

Después, solo silencio gritando en cada rincón
de las noches más largas donde hasta la luna se oculta
para no mirar de frente a la traición.

Sí, mentí, lo admito, mintió el silencio de mis labios
callando mi torpeza pero nunca mintieron mis palabras,
esa es mi única defensa, pobre, gris, barata…
como comprada en una tienda de saldos.



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