martes, 25 de marzo de 2014

Señora de las mil caras


Señora de las mil caras.


No quisiera compararla con la araña que afanosa
teje y teje sin piedad, la tela que será la última morada
en que descansará su presa.

Ni quisiera yo decir, de su palabra engañosa,

laberinto inescrutable de vanidades odiosas.


No quisiera definirla, señora de las mil caras,
usted se define sola.

No quisiera ser quien diga, que el ídolo de barro
en principio no fue nada, moldeado por las manos
trabajosas del alfarero, titán frágil que se rompe
con el paso de los tiempos.

No quisiera etiquetarla, señora de las mil caras,
no hay etiqueta que valga.

No quisiera desnudarla y ponerla en la palestra,
pues con palabras tan vanas, no habría 
defensa capaz, que pudiera a usted ayudarla,
no diré nada, tranquila, ya su torpe infamia habla.

Señora de las mil caras, papel mojado, tinta de agua,
verdad a medias, burda mentira que a nadie engaña.


Carmen Cano.

lunes, 24 de marzo de 2014

Soñadora



Soñadora

Guerrera en la sombra,
reina sin corona,
viva templanza,
mujer soñadora.

Cansada de caminar
caminos de polvo,
labios agrietados
de beber soledades..

Alas que arropan
profundos tormentos,
llantos ocultos
en sonrisas de cristal,
sueño profundo
en el mar de tu mirada.

Sueña soñadora,
no permitas que el llanto
opaque tus sueños
y los deje perdidos
en un tiempo sin tiempo.


viernes, 21 de marzo de 2014

A una página en blanco

21 de Marzo, Día Internacional de la Poesía.







A UNA PAGINA EN BLANCO

Te transformas en mi vida,
en mi amor, en mi alimento,
me acompañas en las noches,
me guías cuando me pierdo,
eres la fuerza que impulsa
a seguir en pie otro día,
eres todo y eres nada,
eres mi mejor poesía.

Blanca alfombra en que mi musa
juega a componer la vida,
felicidad, alegría, tristeza, melancolía...
palabras que van poblando
una página vacía.

Sueño de la inspiración,
temor de los escritores,
todos sueñan con sentarse
delante de ti algún día
y por senderos de tinta
dejar volar la poesía.

Carmen Cano

miércoles, 19 de marzo de 2014

Ámame en poesía



Ámame en poesía

Al amparo de esta noche oscura,
hazme tuya,
ámame como no lo has hecho nunca.

Palpita en tus labios silente
el reclamo de mis besos ardientes,
cosquillea en tus dedos
el irrefrenable deseo
de perderse por siempre en mi cuerpo.

Ámame sin pausas,
derramando el amor en un lecho de rosas.

Hazme el amor en tus versos,
condéname a las espinas
de  pensar que te pierdo
y amanece despacio en mi cuerpo

amándome de nuevo.

.

lunes, 17 de marzo de 2014

Si yo tuviera el don...




Si yo tuviera el don
de volver tierra a la tierra,
si anclada de rodillas
consiguiera echar raíces,
si al comer del fruto de mi cuerpo
resolvieras el misterio...

Quizás, solo quizás,
 se acabaría el invierno
y al nacer la primavera
floreciendo nuevos cuerpos,
volvería a latir, quizás,

un corazón hecho hielo...

.

jueves, 13 de marzo de 2014

Horas muertas




Horas muertas.

Desde esa torre de tu lejanía,
llorarán las piedras silencios que guardas
y soñarán mis manos romper tus cadenas,
en el claro oscuro de estas horas muertas.

Te tengo y te alejas,
te amo y me faltas,
te necesito y te encierras...

Llenando de olvido noches de silencios,
inexistentes recuerdos flotando en el aire,
agonizan suspiros que yertos se pierden,
entre las sombras de horas que mueren.

Te callo y me llamas,
te busco y me dejas,
te olvido y me nombras...

Muriendo las horas a cada segundo,
muriendo por ti... muriendo sin ti,
agónica noche que se lleva el alba.

Y de nuevo me despierto pronunciando un nombre,
acariciando un "te amo" que tal vez soñé,
escondo la angustia de las horas muertas,
despido las lágrimas que saben a ti
y salgo a tu encuentro por última vez.


lunes, 10 de marzo de 2014

Un verso en el poema de tu vida



Un verso en el poema de tu vida.

Me deslicé por tu pluma de poeta
dando vida así a un mundo nuevo,
me acariciaste con bálsamo de letras
dejando que se fuera el sufrimiento.

Nací de una palabra y fui mujer,
de un verso hiciste un mundo a mi medida,
con goma de borrar eliminaste los miedos del ayer
fundiendo nuestro amor en tu poesía.

Quiero ser verso del poema de tu vida,
la tinta con que escribes tu camino,
sé mi maestro, mi aprendiz y mi destino,
vuela tu pluma dibujando mi alegría.

Caminemos tomados de la mano.
escribamos un libro de esta historia,
riámonos hasta perder el juicio,
que la locura de este amor marque las horas.

Declamaré tu nombre entre suspiros
vibrando en este amor de vida plena,
en este tiempo sin tiempo suspendido,
de tus manos trazando en caricias un poema.

Siempre tuya



Aquí estoy, viviendo en este sueño,
tan cerca y tan lejos,
curando estas heridas, las tuyas y las mías,
intentando que no duelan,
buscando esa sonrisa que a veces te consuela.

Aquí estoy, completamente tuya
porque así lo he decidido, salvaje y con dueño,
entrega compartida en caricias y deseos.

Olvida ya las lágrimas y agárrate a mi mano
que soy fuerte perdida entre tus brazos,
convocas mis sonrisas, yo espanto tus diablos.

Y dibujo en el aire corazones
que vuelan a tu lado prendidos en tu almohada,
voy cosiendo primaveras a tus sábanas
que evoquen mi tibieza en tu cama solitaria.

Y me entrego tuya, tan tuya como el aire
que te acaricia y te envuelve,
que se cuela en tus pulmones
formando parte de ti.

Tuya, mirando en tu mirada,
colgada en tu sonrisa,
alojada en tu pecho latiendo en tu latir
Siempre tuya, tan tuya que estoy viviendo en ti.

Ámame



Ámame

Bésame...
Ahora que nadie nos mira,
ahora que lo deseamos 
y que la luna vigila.

Bésame con desespero
como tú sabes hacerlo,
hasta que pierda el aliento.

Ámame...
en este mundo sin tiempo,
en el que somos los dueños
de todos nuestros momentos.

Lléname con tus caricias
que tengo sed de tu boca
y de pasión sin medida.

Mi cuerpo pide tu cuerpo,
mis labios piden tus labios
mis manos hacer camino
recorriendo tu sendero
que me lleva al paraíso.

Llena mi vida de besos,

de caricias, de momentos,
ámame con tus palabras,
con tu alma, con tu cuerpo,
hazlo como yo lo hago
en nuestro mundo sin tiempo.


jueves, 6 de marzo de 2014

Diosas




Cuenta una vieja leyenda
que antiguas deidades
aún pueblan la tierra.

Seres superiores
con alma de Diosas
y cuerpos de hembras.

Mujeres capaces de ganar batallas
sin hacer la guerra.

Madres, amigas, amantes, esposas....
siempre compañeras.

Suave caricia, el roce de un beso,
palabra de aliento, perpetua sonrisa...

Mujeres valientes
haciéndole un guiño
tentando a la suerte.


Tierra y patria son
los caminos de su cuerpo,
bandera y estandarte
 un mechón de su pelo al viento.

Mujeres... Siempre Diosas, deidades de carne y hueso.



miércoles, 5 de marzo de 2014

Qué sola queda la cama






Qué sola queda la cama cuando ya no queda nada.

Despojada de suspiros y  caricias enredadas entre sábanas,
tan solo el fino terciopelo del  polvo del tiempo,
abrigando algún que otro perdido recuerdo...

Que sola... que sola queda la cama cuando ya no queda nada.

Amanecidas madrugas arrancadas de los sueños,
lunas heridas en lágrimas de plata desangradas,
cuerpos mudos sin jadeos
y ese frío que los hace prisioneros del más terrible silencio.

Que sola queda la cama sin madrugadas robadas.

Almohadas que entre plumas ya no amanecen deseos,
caricias que olvidaron el camino de otro cuerpo,
bocas sedientas de besos...

Que sola queda la cama cuando la pasión se acaba...

Máscaras después de Carnaval




Tanto llevó la máscara pegada a su rostro,
que el personaje acabó por comerse a la persona,
tanto, que hasta llegó a creerse aquello que no era
y parapetado tras una máscara de genio,
el hombre humilde poco a poco fue muriendo.

Ni siquiera el reflejo del espejo que empeñaba
en reflejar lo que había dentro,
conseguía despegar de aquel rostro el artificio.

Se permitió vanidades orgullosas,
celos locos de aquellos que podían
mostrar su cara sin miedo a los decires
y compartir con el mundo una mirada.

Alimentó su ego con rencores,
reforzando así su mascarada
y tras aquella sonrisa dibujada,
la mueca grotesca de su envidia camuflaba.

Pobre hombre aquel que nada tiene
y que ni siquiera se halla en su búsqueda,
por empeñarse en ser lo que no era,
se olvidó de cultivar a la persona.

Una máscara rasguñada y ya gastada
que deja ver las muecas de su ira,
es la única posesión que lo acompaña.

Pobre bufón de carnavales trasnochados,
que solo en el silencio de su alcoba,
llora soledades en su almohada,
él mismo se ocupó,
de que su mayor posesión fuera una máscara