martes, 26 de abril de 2016

Historia de un día





Son las seis y amanece lentamente,
has dejado en la almohada otra noche de insomnio;
mientras se hace el café, sacas filo a tu espada,
para cortar ese pensamiento que te viene quitando el sueño.

Comienza la lucha cotidiana, un café sin azúcar
será el antídoto que duerma a esos demonios,
mientras se escribe sin tinta la historia de este día.
La avenida está vacía, quizás la calle empatiza con tu ánimo
y despeja el tráfico (ya hay demasiado en tu cabeza),
flashes, fogonazos que te asaltan...
intentas poner un poco de orden
en el caos que desordena tus ideas.

Pareciera un circo romano,
la víctima en el centro de la arena
mientras llegan los leones a comerse lo que haya.
Un poco más, solo otro poco, 
siempre dicen que lo bueno llega tarde
y aunque estás cansado de esperar la recompensa,
nunca dejas de luchar por los que quieres,
ocho horas, dicen, no?
pero tus ocho se multiplican por dos y aún así te falta tiempo.

Luego en casa tu cabeza no se calla y pides silencio a gritos,
puta crisis que por robarte te ha robado hasta la vida.
Las noticias hablan de blanqueos, fondos públicos,  papeles de Panamá,
el Isis, otra mujer asesinada, muertos entre noticias fiscales…
Ha salido un tío con coleta prometiendo hacernos magia,
el que está en funciones dice que lo hará mejor,
hay un pacto hecho de humo y promesas inventadas,
en un país que por momentos se desangra.
¿Es que no pasa nada bueno en este mundo?.

Ya mejor vas a la cama,
cómo miras a tus hijos y les dices que:
"hay de cena lo que ha sobrado esta mañana"
y aún así, mientras te acuestas le das gracias,
no se sabe si es a Dios o al ministro de trabajo,
porque hoy tampoco ha sido el día que pasarás en la fila del paro.

Mañana amanecerá de nuevo  y otro día pasará en el calendario
y otra noche sin dormir sobre tu almohada
y otro sueño que se esfuma sin soñarlo.
Historia de un día, solo eso, en la jungla de la vida del que sufre,
del que nunca aparece en los papeles,
del que lucha para salir adelante
y mientras, qué?... mientras nada, solo 24 horas más.


                         Carmen Cano
26/04/16


viernes, 22 de abril de 2016

Sinrazón de sinrazones




Hay quien pasea su vida entre granadas,
entre bombas que explotan a su paso,
a veces explosiones de palabras,
a veces van cargadas de metralla.
Nos acostumbramos a ver muertos viviendo en la calle,
perros con corbatas dirigiendo a los países,
putas vestidas de señora
y señoras que se venden por tener en su mesa un plato caliente.


Hay quien vende sus miserias en programas de la tele
convirtiéndose en ejemplos de algunos ideales
y hay héroes anónimos, sin nombre, con número de historial
que pelean sus batallas en camas de hospitales.
Nos acostumbramos a vivir de un oxígeno que es gratis
y olvidamos lo que a algunos les cuesta respirar


Hay infiernos dormitando en los rincones, 
cualquier calle es el averno,
donde vive el pobre, el padre, el obrero,
en familias que espantan los demonios
con sopas frías y lágrimas calientes.
El paraíso ya no es el premio a la honradez, ni al trabajo,
mucho menos se gana haciendo el bien,
el paraíso es fiscal y solo sirve para blanquear las manos
de los que ponen esas bombas que siempre estallan
en cortinas de humo de realidades inventadas
¿y quién paga? el de siempre, el único que no blanquea capitales.

Realidad de realidades, sinrazón de sinrazones,
siempre sueño con vivir en otro mundo
donde el dinero no compre corazones,
donde el orden no lo dicte el capital,
siempre sueño con que el mundo algún día debería despertar.



Carmen Cano

22/04/16

jueves, 14 de abril de 2016

Mujer





Mujer

Tengo un cuerpo libre que desea,
concebido para dar vida y placer, 
una mente perversa en un aura de eterna inocencia,
tengo un sexo ardiente y salvaje durmiendo en mi almohada
y una lucha constante por haber nacido mujer.

Tengo palabras tabúes marcando las horas,
insultos sociales por gritar en nombre de la libertad,
un machismo acusante atado al tacón de un zapato
y una condena por exigir igualdad.

Tengo un nombre,
me llamo madre, esposa, amante, amiga o hermana,
algunos me llamaron puta por pensar libremente,
uso palabras mundanas que elegí al azar
pues mi lengua es libre,
 tan libre como pueda serlo cualquiera
y así besa, ama y se expresa.

No necesito insultar ni caer en bajezas
para defender que vivo y siento y sufro,
tengo coraje para enfrentar las ofensas
y respeto para respetar.


Soy mujer y no necesito demostrarle a nadie que valgo la pena,

lunes, 4 de abril de 2016

Entre palabras




ENTRE PALABRAS

Quise escribir un poema pero me gritaron las letras que soy una niña caprichosa que solo escribo cuando quiero, sin importarme la hora del día, la estación del año ni mi estado de ánimo, por eso, me detuve a ver palpitar el cursor;
pum pum, pum pum… pequeños latidos esperando una pregunta para (tal vez), ofrecerme una respuesta.

Después de observar por más de un minuto, me atreví a preguntar:
"¿Hoy no queréis contar nada?"
creo (o me pareció a mi), que aceleró el ritmo del latido.
"Vaya! (resonó en mi cabeza), por fin la señorita hace gala de su buena educación y pregunta antes de escribir" pero ni una sola palabra se tiñó de negro sobre la página blanca.

Creo que están molestas conmigo, dicen que soy una consentida caprichosa, que no me ajusto a los cánones pero lo cierto es que me dedico a sentir sin medidas y así es como dejo que fluyan, tan libres como libres las concibo.

Supongo que están celosas porque aún no las hablé de ti, porque no han podido perfilar tu boca en un verso, ni se han deleitado con el sabor escrito de un beso, porque aún no saben cómo se siente una noche de amor entre las sábanas blancas de un poema, ni han viajado hasta tu lado para descifrar tus sueños.

No hay quien entienda a las letras, cuando escribo lo que quisiera sentir se molestan porque escribo y no siento, pero si no escribo se molestan porque siento sin escribir… yo debería estar molesta con ellas porque me usan para amoldarse a ti, para abrazarte y no soltarte, para tenerte entre palabras que en un misterio crean un universo de sueños, ellas dicen que se llama poesía, yo las increpo diciendo que no, que es un sentimiento hecho palabra porque no solo de sueños vive el hombre… creo que nunca nos pondremos de acuerdo.

Y ahora que ellas quieren, no sé si quiero yo

Te quiero (así quieren que empiece este poema), creo que es un poco cursi, pero veremos qué me cuentan:

Te quiero sin saber aún si existes…

Como la noche quiere a la mañana
aunque no compartan cama,
como quiere un pez al agua,
como la luna a la noche.

Como el aire a esa ventana que se abre
o a la puerta que se cierra
porque así se siente fuerte.

Como quiere el que no tiene
y por eso lo da todo;
porque no le pertenece.

Te quiero porque te quiero…

Porque has llenado espacios
que nunca estaban vacíos
pero ahora están completos.

Porque sin pensar te pienso,
porque faltan las palabras
para expresar lo que siento.

No… así no va bien, demasiado obvio, demasiado simple, demasiado tierno, demasiado común.

¿Por qué siempre nos gusta complicarnos y llenar de metáforas lo que es sencillo?

¿Por qué nos escondemos tras palabras que no dicen lo que quisieran decir e intentamos que alguien descifre jeroglíficos?

¿Por qué cuando pienso que te quiero sólo se me ocurre decir que te quiero?

Tal vez la respuesta a todas las preguntas es tan sencilla como decir que nos gusta complicarnos.
Pues ya está,  hoy ya no quiero escribir porque llevo exactamente 532 palabras (ahora 535) para decir simplemente:

TE QUIERO.       




Carmen Cano

04/04/16