jueves, 11 de junio de 2015

Entre las cosas que me llevo




Guardé tu voz entre las cosas que me llevé de ti
para así abrazarte sin verte y respirar de ti 
rompiendo el silencio del roce que se evaporó en mi piel;
no enciendas la luz, que no quiero ver que ya no estás.

Casi puedo sentirte en el momento de la espera,
en esos minutos de retraso en el reloj que se paró
 y al que no pienso darle cuerda.

Déjame garabatear en tu espalda un último poema,
enreda madrugadas entre las alas de este tiempo detenido
y quédate un segundo más,
aún no he tenido tiempo para despedirme del olvido.

Voy a cerrar los ojos para verte a ciegas tras el cristal,
dibujar a oscuras los perfiles de tu cara
y convocar las sombras que invaden esta estancia.

Voy a meter en la maleta un encuentro inesperado,
un sinsentido de recuerdos olvidados,
una lágrima y todas las sonrisas que volaron a tu lado.

Voy a dejar los zapatos en la puerta
para caminar descalza sobre las calles mojadas de tu alma,
porque hoy sabes diferente, hoy me sabes a calma.

En el ratito que estaré contigo  
soñaré despierta cuando salga el sol
y apagaré las luces para ver, a las tres de la mañana,
las estrella que habitan tu mirada.

Cállate no digas nada, que el hechizo de esta noche,
me ha regalado la luz de una nueva madrugada,
solo pido que me dure un poco más.

Mañana, al despertar ,de nuevo volveré a soñar
y cuando canten las sirenas esa canción con tu nombre,
yo llevaré tu voz entre mis cosas y así, sin miedo,
me estrellaré, una vez más, contra las rocas de tu orilla.



Carmen Cano.


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