Cápsula del tiempo

Cerrado... no hay aire,
en medio de esta oscuridad
sofocante... irrespirable,
se abre un universo
de posibilidades.

Puedo imaginarme
el brillo de plata
que hay en tu mirada,
mientras despedazas
trocito a trocito
partes de tu alma.

Un suave roce,
tu tacto de fuego,
tejedor de tiempo
anudando sueños.

Ahora puedo ver
un deseo profundo,
surgido del centro
de la misma tierra,
grabado en la piedra
que soñó ser pájaro
e inició su vuelo.

Si guardo silencio,
quién sabe si escuche
un suave latido,
algo atolondrado,
tal vez confundido,
un explorador
que en pasos de acero
tomó su camino.

Y un beso furtivo...

Cerrado... no hay aire,
pero en tu interior
se guarda un secreto
que solo conoce
ese pecho ardiente,
que al abrir tu esencia,
pronuncia tu nombre.

Carmen Cano.