CAMINO AL PARAÍSO…
Dicen que quien no ha conocido el frío extremo de un vacío, no podrá valorar lo
suficiente el roce de un rayo de sol sobre la piel, la caricia de una brisa
tibia en una noche serena o el susurro del silencio, cuando musita al oído que
el tiempo puede detenerse en el instante preciso en que todo tiene sentido y el
vacío empieza a parecer un hermoso acantilado con vistas al infinito.
Caminando en un silencio,
en los umbrales del sueño,
caminante sin camino
siguiendo unas
huellas
desgastadas por el tiempo.
Al final de un laberinto
de ilusión incomprensible,
queda solo la certeza
que el pasado es una huella
y el futuro es ese sueño
de unos pasos que serán,
un camino que aún no está escrito.
Ven, escríbelo conmigo,
sobre el lienzo blanco de un suspiro,
con la caricia imprudente
de una manos que aún te tiemblan como a un niño.
Porque tienes el poder
de ilusionarte otra vez,
de ver cada amanecer ,como si fuera el primero.
Ponte unos zapatos nuevos
que no entiendan de tropiezos,
toma mi mano sin miedo
y en esta torpe torpeza
de no saber qué es el destino,
emprendamos juntos el camino al paraíso.
Carmen Cano.
Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, para saber cuán buena y hermosa es la vida.
ResponderEliminarNo olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!
Me encanta este poema, que es toda una filosofía ante la vida. Habrá veces que estemos en al fondo y otras en la cima, el caso es confiar en que un cambio de situación siempre es posible y cuando nosotros lo propiciamos más que esperar pasivamente,es cuando la esperanza en verdad tiene razón de ser y futuro.
El camino le hacemos a cada paso, quizás no somos dueños del destino, pero sí de los pasos que nos conducen a él, todo depende de nosotros.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Joel