jueves, 5 de febrero de 2015

Incomprensión maldita






INCOMPRENSIÓN MALDITA.


Dime, si no es cierto, 
que tus caricias te queman resbalando entre los dedos,
pero es el fuego de otro cuerpo el que enciende ese deseo.

Dime, si no es cierto, 
que los besos rebosaban de tu boca,
acariciando los labios, en el nombre pronunciado de otra boca.

Dime si no es cierto, que guardabas un secreto.

Y  como una niña perdida,
 he llorado en el silencio de una incomprensión maldita,
 porque el amor que prometías solo era una mentira.

Dime si no es cierto, 
que tu mente te jugó malas pasadas
y  buscándome en tu soledad, 
era a otra a quien viste en mi reflejo.

Y ahora, dime si no es cierto, 
que silenciaste el silencio,
que mataste nuestro tiempo,
que alimentaste el engaño,
que te inventaste una vida cimentada de mentiras
 para atraerme hasta a ti.

Mientras yo lloraba en el silencio de esta incomprensión maldita,
y me negaba a creer que tus ojos me mentían.

Miénteme, sigue mintiendo, porque ya no entiendo nada,
porque vivo sepultada en los escombros de una vida
que tan solo es otra mentira.

Porque al mirarte a la cara ya no reconozco a nadie
y esta incomprensión maldita, 
me condena cada día a caer entre tus redes,
a  creerme tus mentiras, a buscarte como loca,
a beberme soledades, en los cristales rotos de tus labios,
que me mienten al besarme.

Maldita, incomprensión maldita, que me condena al infierno
de no creer lo que sé y sé que me estás mintiendo.







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