Te busqué en lo profundo de mi alma,
en la entrega desmedida,
en la pasión entregada
y en el adiós de la luna cuando despuntaba el alba.
Te busqué en un soplo de esperanza,
en cada silencio mudo,
en cada noche cerrada
y en la rabia y la tristeza de una lágrima.
Te busqué y nunca me senté a esperarte
pues mis prisas por tenerte
invadían la impaciencia
al saber que me
esperabas en cada soplo del aire.
Te busqué y tú me encontraste...
El rocío de tu cuerpo fue rocío en mi piel
y la luna de tu cielo fue faro en mi amanecer,
fuiste el soplo de aire que dio vida a este latir
y los pasos en la arena de un camino a recorrer.
Tu blog es increíble. Me ha encantado descubrir tu poesía
ResponderEliminarGracias por pasar a visitarme
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