jueves, 2 de octubre de 2014

La musa



La musa

Como quien guarda un tesoro,
ella lo guardaba todo,
las palabras, las sonrisas,
las miradas, los momentos…

Hizo un mundo imaginario,
pintado con ilusiones,
en el cual iba mezclando
los sueños y realidades.

Hizo un libro de recortes
de palabras entregadas,
y jugando a acariciarlas,
así pasaba sus horas.

Lágrimas por las que duelen
corrían por sus mejillas,
ternura, pasión, entrega…
cuando en palabras sencillas,
su amor le iba relatando,
lo que por ella sentía.

Gastó las horas del día,
sus noches y madrugadas,
acariciando las letras,
sola en su soledad.

Hasta que sin darse cuenta,
ella se volvió palabra.
Y así se elevó en el cielo,
viajando de boca en boca.

Y fue palabra de aliento,
de reproche, de consuelo…
pero siempre estaba sola.

Detrás de una ventana,
alumbrado por la luna,
un poeta maldecía
por no encontrar las palabras,
pues ya perdió la cordura,,
la ilusión, su inspiración…

En la pluma del poeta,
fue palabra y fue mujer.

Fue verso de amor sincero,
beso que lanzado al viento,
expresaba con palabras
que el amor no muere nunca
y da igual que sea palabra,
o que sea tan solo un gesto.

Carmen Cano.

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