viernes, 17 de octubre de 2014

Pequeños tesoros




Pequeños tesoros.

Guardo en mi almohada una noche de luna
para soñarla contigo,
un beso robado a la aurora,
y un amanecer perdido.

Guardo la lluvia de un día sin sol,
el aroma a tierra mojada,
el recuerdo de un reflejo en un charco
y un paraguas para dos.

Guardo una mañana de radiante primavera,
el olor de hierba recién cortada,
un café viendo despertar el día
a través de la ventana
y ese abrazo que nunca llegó.

Guardo unos copos de nieve
tan fríos como tu adiós
y también guardo los rayos de sol
de aquel día que volviste a mi lado.

Un mechón, una piedra, un recuerdo…
una carta sin papel ni letras,
un inmenso mundo que cabe en tus brazos,
tan grande como mi caja de pequeños tesoros.

Guardo un futuro que aún no está escrito,
una hora en un reloj parado
para devolverle al tiempo
las cosas que por vivirlas contigo,
poco a poco le he ido robando.

Carmen Cano.

2 comentarios:

  1. Me encanta lo que guardas en tu cajita de tesoros.Gracias por compartir algo tan íntimo y especial. Sabes ¿? Creo que al final el tiempo y tú siempre han sido amigos, solo que no se han dado cuenta. MUACC!!

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    1. Gracias Joel.
      Esos son los tesoros más valiosos, los que no ocupan espacio y a la vez lo son todo.

      Pues... quizás tengas razón y el tiempo haya sido y es, compañero de viaje... pero y sabes, hasta en las mejores familias se discute.

      Besos!!

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