SOMBRAS
Espectro errante huyendo de su propio miedo,
mueca grotesca tatuada en un rostro inanimado,
surcos del tiempo grabados a fuego en la conciencia,
manos que tiemblan.
Oscuridad vistiendo la noche con negras gasas,
sedas de sueños que ahora amordazan,
silencio que solo rompe el grito de otro silencio,
insomnio que arroja horas sobre el vacío.
Llena otra copa, mientras enciende otro cigarro
y como el humo, con él se eleva
el llanto de un desencanto… suspira…
¿Dónde quedó el tiempo de las sonrisas?
¿Dónde los despertares tras una noche sin pesadillas?
¿Cuándo dejó de sentir que vive su propia vida?
Ya no hay sueños, ni hay esperanzas,
noches y días, son la condena
de un fantasma enterrado en vida.
Apura el vaso…,
con paso firme se encamina hacia el espejo,
y allí no hay nada,
¿Desde cuándo los muertos tienen reflejo?
Ahora sí está preparado,
un papel en blanco como legado:
"He muerto un día como otros tantos,
morí viviendo en un infierno
que algunos llaman "el día a día",
si por azares de este destino,
mañana otra vez despierto,
que todos sepan que aunque respire,
aunque camine,
aunque me disfrace otra vez de vivo… yo ya estoy
muerto"
Carmen Cano.
29/10/14
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