Si mis ganas
pudieran abrazarte,
te dirían
que perder todo lo que soy,
no es nada
comparado con perder esto que siento.
Te dirían,
que aunque parezca tonto,
me he
enamorado de todas las veces que te has ido
y te he
odiado cada vez que has vuelto a mi lado
porque has
conseguido que te ame más que nunca.
Si mis ganas
pudieran abrazarte,
comprenderías
porqué vivo suspendida
columpiándome
en la inicial con que empieza tu nombre
y haciendo
acrobacias de tu sonrisa a la mía.
Te dirían
que tuyo es mi tiempo y tuyas mis horas
porque son
tus pasos los que dan cuerda
a este reloj
destartalado
que se para
cada vez que te vas
y acelera a
mi loco corazón cuando enciendes la luz
de la mesita
de noche para colarte en mis sueños.
Si mis ganas
pudieran abrazarte,
rogaría para
que se parara el mundo en ese abrazo
y mi mundo
fueras solo tú.
No sé si me
explico, a veces me lío y confundo el día y la noche,
la voz y el
silencio, la paz y la guerra,
a veces me
enfado y libro batallas que ni yo comprendo.
Pero
entonces, me paro un momento, cierro los ojos
y entonces
te veo, llevando en tus manos
todas las
mitades que siempre he buscado
y mis ganas
se mueren de ganas de estar a tu lado.