lunes, 30 de noviembre de 2015

Besos de tequila



Hay un bar que se llama Soledad,
que se oculta entre las sombras de la noche,
en una cama vacía que huele a sexo olvidado,
a sábanas revueltas y sueños rotos;
emborracha con besos de tequila
poniendo sal y limón en las heridas.

Bar de olvidos añejos, de amigos que se fueron,
de amantes que olvidaron amarse en contratiempos.

Suena un blues en el tocadiscos destartalado
de una memoria que se ahoga entre lágrimas saladas,
con recuerdos que se mantienen a flote
prostituyendo ayeres y regalando mañanas.

Hoy beberé en la cantina de un silencio
hasta acabar borracha de palabras,
porque mañana...mañana ya veremos lo que pasa!


28/11/15

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