Quizá un día descubras
que perdiste la sombra
prendida a tus zapatos
y tus pasos perdidos
se pierdan sin sus huellas.
Quizá el perro centinela
no vigile tu puerta
y tú al buscar mis ojos
quizá ya no los veas.
Quizá los escalones
se tornen como montes
y el subir a tu casa
tan solo sea escalada
hacia la soledad.
Quizá al cerrar la puerta
y ver solo un reflejo,
entonces te preguntes
dónde quedó lo nuestro.
Así solo quizá
entiendas lo que siento
y el inmenso vacío
que tu ausencia dejó.
Y si por un momento
tu mente me recuerda
y encendiera un latido
pensando solo en mi.
Quizá entonces
todo tendría sentido,
las lágrimas vertidas,
las sonrisas ahogadas
y este amor infinito
que guardo para ti.
Carmen Cano.
Hermosas letras Carmen, abrazos.
ResponderEliminarGracias Geber, bienvenido.
EliminarSaludos!!