Callejuelas
Callejuelas
de mi mente
que recorro en la noche silenciosa,
callejuelas que me llevan
a perderme en el tumulto,
invisible entre la gente.
Pensamiento entretejiendo los hilos,
prendido por alfileres
a la tela de mi vida
donde anidan los ayeres.
Mañanas que se perdieron,
noches que soñar no pueden,
enigma en el laberinto
que por no pensar no siente.
Maraña de pensamientos
donde no quiero perderme.
¡ Esta noche no recorro
las calles que hay en mi mente!
que recorro en la noche silenciosa,
callejuelas que me llevan
a perderme en el tumulto,
invisible entre la gente.
Pensamiento entretejiendo los hilos,
prendido por alfileres
a la tela de mi vida
donde anidan los ayeres.
Mañanas que se perdieron,
noches que soñar no pueden,
enigma en el laberinto
que por no pensar no siente.
Maraña de pensamientos
donde no quiero perderme.
¡ Esta noche no recorro
las calles que hay en mi mente!
A veces es bueno recorrer las calles de la mente, cuando los pensamientos son optimistas o cuando por el contrario, nos llenan de melancolía. Lo importante es aprenderse el camino y no quedar perdido en algún laberíntico callejón sin salida. Precioso y muy reflexivo poema. Gracias por compartir esta hermosura.
ResponderEliminar
ResponderEliminarSí, pasear esas callejuelas a veces son paseos, otras penitencias, pero casi siempre es necesario hacerlo... aunque tomarse un respirito no viene mal.
Gracias por tu tiempo y compañía.
Besos Joel!!
Unos versos para guardar y releer. Me a parecido un poema de una belleza suprema. Besos y aplausos, Carmen.
ResponderEliminarMil gracias, Luis.
EliminarA veces, debemos tomarnos el tiempo suficiente para pasear por esas callejuelas, otras, sin embargo, es mejor explorar nuevas rutas.
Es siempre un auténtico placer contar con tu presencia.
Besos!!