Tu niña mujer.
Soy la niña que te saca la lengua en la distancia
la que te incita a mojarte y pisotear los charcos
en esas tardes de lluvia que el verano te regala.
Irreverente, impulsiva, algo loca y soñadora,
niña inquieta y consentida,
la que busca protección y el abrigo de tus brazos.
Soy la niña que traviesa juguetea entre tus sábanas,
la que picarona espera esa caricia ardiente
que la convierta en mujer.
Y en la descarga salvaje de tu piel contra miel,
convertirme en la leona alimentada en tu cuerpo,
devorarte entre jadeos.
Dejarme arrastrar por la corriente de tus besos,
entregarme sucumbiendo a tus deseos,
fiera amante que despierta tus instintos.
Danzar al compas de los gemidos,
salvaje, ardiente, loca... inconsciente,
tocar el cielo con la punta de los dedos.
Y descansar de nuevo a tu lado,
desmadejada, exhausta..., recuperando la calma,
y en una tierna caricia, volver a ser esa niña
y la mujer orgullosa, que te admira, te desea y te
ama.
La mujer niña... la que se esconde siempre y es descubierta cuando juega a las escondidas...
ResponderEliminarTodas en el fondo tenemos un poco de niñas, juguetonas, traviesas, consentidas... cada mujer lleva su niña dentro, algunas le damos más rienda suelta.
EliminarGracias Joel.
Besos!!
Gracias a tí Carmen por escribir estas bellezas
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