El fuego de una lágrima
En
el fuego de una lágrima que quema,
se perdió un segundo de tu voz.
En el dolor de ese grito que no cesa,
se apagó un latido para dos.
Y una mañana al despertar
ya no hubo nada,
entre sábanas revueltas mil palabras.
El sonido tan lejano de un te quiero
martilleando a conciencia mis entrañas.
Y hubo luz más mis ojos no la vieron,
y hubo aire que mis pulmones no quisieron,
se negó mi pecho a latir por un momento,
en el instante en que todo se vio negro.
Habla ahora o ya jamás me digas nada,
pero no me hagas pagar
con esa indiferencia que me mata.
Y así, tras la estela que sus pasos me dejaron,
se perdió un segundo de tu voz.
En el dolor de ese grito que no cesa,
se apagó un latido para dos.
Y una mañana al despertar
ya no hubo nada,
entre sábanas revueltas mil palabras.
El sonido tan lejano de un te quiero
martilleando a conciencia mis entrañas.
Y hubo luz más mis ojos no la vieron,
y hubo aire que mis pulmones no quisieron,
se negó mi pecho a latir por un momento,
en el instante en que todo se vio negro.
Habla ahora o ya jamás me digas nada,
pero no me hagas pagar
con esa indiferencia que me mata.
Y así, tras la estela que sus pasos me dejaron,
me
perdí en la noche indiferente,
confundida
en los gritos que he ahogado,
refugiándome
en las lágrimas silentes...
y
así fue como matamos nuestra historia,
con
palabras que sonaron y callaron
y
así es como espero cada noche
un
final para este cuento inacabado.
.
Deja que el cuento escriba su final de la mano de sus personajes. Si este fin no aparece... será que aún no se ha terminado? O es que el final no añade nada a la historia?
ResponderEliminarEs necesario saberlo?
No lo sé....
De nuevo gracias Carmen.
Sabes? lo realmente importante nunca son los finales, tampoco los comienzos, lo que da sentido a todo, es ese tiempo entre el principio y el final, pero sí hay historias que necesitan un fin para no convertirse en un lastre.
EliminarGracias por estar siempre por aquí.
Besos!