jueves, 30 de abril de 2015

El fuego de una lágrima







El fuego de una lágrima


En el fuego de una lágrima que quema,
se perdió un segundo de tu voz.

En el dolor de ese grito que no cesa,
se apagó un latido para dos.

Y una mañana al despertar
ya no hubo nada,
entre sábanas  revueltas mil palabras.

El sonido tan lejano de un te quiero
martilleando a conciencia mis entrañas.

Y hubo luz más mis ojos no la vieron,
y hubo aire que mis pulmones no quisieron,
se negó mi pecho  a latir por un momento,
en el instante en que todo se vio negro.

Habla ahora o ya jamás me digas nada,
pero no me hagas pagar
con esa indiferencia que me mata.

Y así, tras la estela  que sus pasos me dejaron,
me perdí en la noche indiferente,
confundida en los gritos que he ahogado,
refugiándome en las lágrimas silentes...

y así fue como matamos nuestra historia,
con palabras que sonaron y callaron
y así es como espero cada noche
un final para este cuento inacabado.


.

2 comentarios:

  1. Deja que el cuento escriba su final de la mano de sus personajes. Si este fin no aparece... será que aún no se ha terminado? O es que el final no añade nada a la historia?
    Es necesario saberlo?
    No lo sé....
    De nuevo gracias Carmen.

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    Respuestas
    1. Sabes? lo realmente importante nunca son los finales, tampoco los comienzos, lo que da sentido a todo, es ese tiempo entre el principio y el final, pero sí hay historias que necesitan un fin para no convertirse en un lastre.

      Gracias por estar siempre por aquí.

      Besos!

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